lunes, 27 de julio de 2015

[INSTITUTO INFINITO DE TRANSFORMACION] PRIMERA LECCION:

        Florentina Varpi 27 de julio a las 18:47   PRIMERA LECCION: Cómo Aprender a Amar y a Elevar Nuestra Vibración al Máximo? En las últimas semanas hemos hablado en los talleres presenciales, de qué significa exactamente elevar nuestra frecuencia de vibración y de cómo conseguirlo, y hemos visto que LA CLAVE ES EL "AMOR" El AMOR es la fuerza que eleva nuestra frecuencia al máximo. Es la fuerza que nos permite entender el mundo donde vivimos y que impulsa nuestra creatividad. Es la fuerza que hace que todo nuestro potencial fluya con la máxima libertad..... (Para entender el porqué de este hecho, puedes leer este artículo.) Así pues, la pregunta importante es: ¿cómo potenciar nuestro amor? ¿Cómo aprender a amar cada vez más y mejor? Hoy hablaremos de esto. Hay un camino muy poderoso para conseguirlo. Y no tiene pérdida. Cómo Aprender a Amar? Es posible que la primera idea que nos venga a la cabeza para aprender a amar sea "haciendo actos cada vez más amorosos": siendo más amable con los demás, respetando a todo el mundo, haciendo cosas que nos gustan, etc. En parte, esta es una parte del camino. Sin duda, amar implica que nuestros actos sean respetuosos y beneficiosos para nuestro entorno. Pero no es el camino completo. Ni siquiera es la primera parte del camino. Antes hay que dar otro paso muy importante. El más importante de todos. Hay que aprender a pensar con amor. El amor no puede fluir de ninguna manera en nuestra vida si no pensamos con amor. Da igual que intentemos ser amables, que intentemos forzar una sonrisa o que intentemos respetar a todo el mundo. Si nuestros pensamientos no son amorosos, nuestros actos tampoco lo serán. El primer paso para aprender a amar de verdad es aprender a pensar con amor. Por Qué Es Tan Importante Pensar con Amor Cada vez somos más conscientes de la importancia de la mente, pero aún así, no le prestamos aún toda la atención que se merece. Pensamos: sí, todo está en la mente, y todo depende de ella. Pero a la práctica seguimos mucho más pendientes de nuestros actos que de nuestros pensamientos. De hecho, no hacemos prácticamente ningún esfuerzo para controlar nuestros pensamientos. Nos focalizamos principalmente en el mundo físico, y dejamos que los pensamientos sigan su propia inercia. Y así nos va :( Este hecho se debe principalmente a nuestra concepción del mundo. Generalmente, lo percibimos de esta manera: EL MUNDO EXTERIOR EL MUNDO EXTERIOR TU EL MUNDO EXTERIOR EL MUNDO EXTERIOR Es decir, nos percibimos a nosotros mismos en el centro de nuestra vida, rodeados por el mundo exterior. Nos vemos a nosotros (principalmente a nuestro cuerpo) en medio del mundo, y creemos que nuestra vida consiste principalmente en realizar actos para relacionarnos con él. Si te fijas, en este planteamiento no aparece la mente por ningún lado. De alguna manera, asumimos que la mente forma parte de nosotros, y que en algún lugar debe estar, pero no tenemos claro cuál es este lugar ni cuál es su función. Y por esto la tenemos un poco olvidada. Lo cual es un problema, porque la mente tiene un papel crucial en nuestra vida. Si hacemos un esquema un poco más detallado de la realidad, sería algo así: EL MUNDO EXTERIOR TU CUERPO TU MENTE TU Este esquema es muy profundo, y necesitaríamos más de un artículo para explicarlo bien. Pero resumiéndolo, podríamos decir que tú no eres tu cuerpo, ni tampoco tu mente. Tú eres algo mucho más profundo que esto. Eres un punto muy pequeño (per a la vez muy grande) situado en una zona muy concreta de tu cabeza. (Si quieres saber más sobre este punto y localizarlo con exactitud, puedes leer este artículo). Alrededor de este punto está tu mente. Es la parte más cercana a ti. Si te fijas, puedes cerrar los ojos y taparte los oídos y aislarte del mundo físico, pero no puedes aislarte de tus pensamientos. Están demasiado cerca de ti. Te rodean completamente. Más allá de tus pensamientos, está tu cuerpo. Y más allá del cuerpo está el mundo exterior. El orden de estas capas es muy importante porque, al rodearse completamente las unas a las otras, solo podemos acceder a una capa desde la capa inmediatamente anterior. Por ejemplo, solo podemos acceder al mundo exterior a través del cuerpo. Si queremos coger un objeto, por ejemplo, no podemos hacerlo con la mente, sino que debemos usar el cuerpo. Y si queremos hacer algo con nuestro cuerpo, primero debemos pensar en ello. (Hay que puntualizar que esto no es 100% exacto, y que seguramente con el tiempo cambiará, pero de momento podemos asumir que para la mayoría de nosotros sí lo es.) Como te decía, este es un tema muy profundo, y si quieres comprenderlo mejor tienes toda la explicación detallada en el libro "La Fórmula Exacta de la Felicidad". Pero lo importante para el tema de hoy es simplemente ver que la mente nos rodea completamente. Es una capa que está entre nosotros y nuestro cuerpo y el mundo físico, así que todo tiene que pasar por ella. Todo tiene que pasar por la mente para poder manifestarse. Incluido nuestro amor. Cómo Aprender a Pensar con Amor Así pues, el paso clave para aumentar nuestra vibración es aprender a pensar con amor. La mente es la primera capa a través de la cual nos expresamos, así que nuestros pensamientos deben ser amorosos para que el amor pueda fluir. Si nuestros pensamientos no son positivos, el amor se bloquea y no puede salir al exterior. Independientemente de lo que hagamos con nuestros actos. Personalmente, este es un punto al que le estoy prestando mucha atención en mi vida actual. Cada vez me doy más cuenta de que, siempre que algo no va bien en mi vida, es porque no estoy pensando con amor. Así que la clave es simplemente intentar pensar amorosamente la mayor parte del tiempo posible. Y ahora mismo creo que el mejor camino para conseguirlo (y quizás el único…) es entrenarse. Si queremos tener la fuerza suficiente para dominar nuestros pensamientos, tenemos que ejercitarnos a nivel mental. Quizás esta idea puede parecer extraña de entrada: ¿entrenarnos para tener pensamientos amorosos? Qué cosa más rara… Pero en realidad tiene mucho sentido. El entrenamiento y la práctica es el camino para fortalecer cualquier área de nuestra vida. Si alguien quiere tener un cuerpo fuerte, tiene que ejercitarse a nivel físico, ¿verdad? Difícilmente lo conseguirá sentado en el sofá. Y si alguien quiere aprender a tocar el piano, tiene que practicar. Pues con la mente pasa lo mismo. Hay que ejercitarla. Hay que practicar para tener pensamientos positivos. Y hay que hacerlo de forma habitual. Una posibilidad es hacerse un programa de entrenamiento mental. Yo lo estoy haciendo y la verdad es que va muy bien. Como con cualquier otro programa de entrenamiento de cualquier tipo, se avanza poco a poco; pero se avanza, que es lo que cuenta. La idea básica es simplemente elegir unos días a la semana (entre dos y cuatro días puede ser suficiente) y dedicar un tiempo a ejercitarnos mentalmente. Como si fuéramos al gimnasio. Cualquier ejercicio que nos ayude a pensar más positivamente es válido (por ejemplo este). Lo único a tener en cuenta es que hay que hacerlo de forma continuada. Haciéndolo una vez aislada de vez en cuando no se avanza. Así que, si te parece una idea interesante, te animo a ponerte a ello. Hazte un plan de trabajo y dedícale un tiempo a ejercitar tu mente para aprender a controlar tus pensamientos. Nuestra mente es la principal herramienta que tenemos para expresar amor. Y necesitamos que esté en buena forma. NAMASTE Flor Vargas Pineda       Me gusta     Comentar     Compartir    
   
 
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Florentina Varpi
27 de julio a las 18:47
 
PRIMERA LECCION:

Cómo Aprender a Amar y a Elevar Nuestra Vibración al Máximo?

En las últimas semanas hemos hablado en los talleres presenciales, de qué significa exactamente elevar nuestra frecuencia de vibración y de cómo conseguirlo, y hemos visto que LA CLAVE ES EL "AMOR"

El AMOR es la fuerza que eleva nuestra frecuencia al máximo. Es la fuerza que nos permite entender el mundo donde vivimos y que impulsa nuestra creatividad. Es la fuerza que hace que todo nuestro potencial fluya con la máxima libertad..... (Para entender el porqué de este hecho, puedes leer este artículo.)

Así pues, la pregunta importante es: ¿cómo potenciar nuestro amor? ¿Cómo aprender a amar cada vez más y mejor?

Hoy hablaremos de esto.

Hay un camino muy poderoso para conseguirlo. Y no tiene pérdida.

Cómo Aprender a Amar?

Es posible que la primera idea que nos venga a la cabeza para aprender a amar sea "haciendo actos cada vez más amorosos": siendo más amable con los demás, respetando a todo el mundo, haciendo cosas que nos gustan, etc.

En parte, esta es una parte del camino. Sin duda, amar implica que nuestros actos sean respetuosos y beneficiosos para nuestro entorno.

Pero no es el camino completo. Ni siquiera es la primera parte del camino.

Antes hay que dar otro paso muy importante.

El más importante de todos.

Hay que aprender a pensar con amor.

El amor no puede fluir de ninguna manera en nuestra vida si no pensamos con amor. Da igual que intentemos ser amables, que intentemos forzar una sonrisa o que intentemos respetar a todo el mundo. Si nuestros pensamientos no son amorosos, nuestros actos tampoco lo serán.

El primer paso para aprender a amar de verdad es aprender a pensar con amor.

Por Qué Es Tan Importante Pensar con Amor

Cada vez somos más conscientes de la importancia de la mente, pero aún así, no le prestamos aún toda la atención que se merece. Pensamos: sí, todo está en la mente, y todo depende de ella. Pero a la práctica seguimos mucho más pendientes de nuestros actos que de nuestros pensamientos.

De hecho, no hacemos prácticamente ningún esfuerzo para controlar nuestros pensamientos. Nos focalizamos principalmente en el mundo físico, y dejamos que los pensamientos sigan su propia inercia.

Y así nos va :(
Este hecho se debe principalmente a nuestra concepción del mundo. Generalmente, lo percibimos de esta manera:

EL MUNDO EXTERIOR

EL MUNDO EXTERIOR TU EL MUNDO EXTERIOR

EL MUNDO EXTERIOR

Es decir, nos percibimos a nosotros mismos en el centro de nuestra vida, rodeados por el mundo exterior. Nos vemos a nosotros (principalmente a nuestro cuerpo) en medio del mundo, y creemos que nuestra vida consiste principalmente en realizar actos para relacionarnos con él.

Si te fijas, en este planteamiento no aparece la mente por ningún lado. De alguna manera, asumimos que la mente forma parte de nosotros, y que en algún lugar debe estar, pero no tenemos claro cuál es este lugar ni cuál es su función. Y por esto la tenemos un poco olvidada.

Lo cual es un problema, porque la mente tiene un papel crucial en nuestra vida.

Si hacemos un esquema un poco más detallado de la realidad, sería algo así:

EL MUNDO EXTERIOR

TU CUERPO

TU MENTE

TU

Este esquema es muy profundo, y necesitaríamos más de un artículo para explicarlo bien. Pero resumiéndolo, podríamos decir que tú no eres tu cuerpo, ni tampoco tu mente. Tú eres algo mucho más profundo que esto. Eres un punto muy pequeño (per a la vez muy grande) situado en una zona muy concreta de tu cabeza. (Si quieres saber más sobre este punto y localizarlo con exactitud, puedes leer este artículo).

Alrededor de este punto está tu mente. Es la parte más cercana a ti. Si te fijas, puedes cerrar los ojos y taparte los oídos y aislarte del mundo físico, pero no puedes aislarte de tus pensamientos. Están demasiado cerca de ti. Te rodean completamente.

Más allá de tus pensamientos, está tu cuerpo. Y más allá del cuerpo está el mundo exterior.

El orden de estas capas es muy importante porque, al rodearse completamente las unas a las otras, solo podemos acceder a una capa desde la capa inmediatamente anterior. Por ejemplo, solo podemos acceder al mundo exterior a través del cuerpo. Si queremos coger un objeto, por ejemplo, no podemos hacerlo con la mente, sino que debemos usar el cuerpo. Y si queremos hacer algo con nuestro cuerpo, primero debemos pensar en ello. (Hay que puntualizar que esto no es 100% exacto, y que seguramente con el tiempo cambiará, pero de momento podemos asumir que para la mayoría de nosotros sí lo es.)

Como te decía, este es un tema muy profundo, y si quieres comprenderlo mejor tienes toda la explicación detallada en el libro "La Fórmula Exacta de la Felicidad". Pero lo importante para el tema de hoy es simplemente ver que la mente nos rodea completamente. Es una capa que está entre nosotros y nuestro cuerpo y el mundo físico, así que todo tiene que pasar por ella.

Todo tiene que pasar por la mente para poder manifestarse.

Incluido nuestro amor.

Cómo Aprender a Pensar con Amor

Así pues, el paso clave para aumentar nuestra vibración es aprender a pensar con amor. La mente es la primera capa a través de la cual nos expresamos, así que nuestros pensamientos deben ser amorosos para que el amor pueda fluir.

Si nuestros pensamientos no son positivos, el amor se bloquea y no puede salir al exterior. Independientemente de lo que hagamos con nuestros actos.

Personalmente, este es un punto al que le estoy prestando mucha atención en mi vida actual. Cada vez me doy más cuenta de que, siempre que algo no va bien en mi vida, es porque no estoy pensando con amor. Así que la clave es simplemente intentar pensar amorosamente la mayor parte del tiempo posible.

Y ahora mismo creo que el mejor camino para conseguirlo (y quizás el único…) es entrenarse. Si queremos tener la fuerza suficiente para dominar nuestros pensamientos, tenemos que ejercitarnos a nivel mental.

Quizás esta idea puede parecer extraña de entrada: ¿entrenarnos para tener pensamientos amorosos? Qué cosa más rara…

Pero en realidad tiene mucho sentido. El entrenamiento y la práctica es el camino para fortalecer cualquier área de nuestra vida. Si alguien quiere tener un cuerpo fuerte, tiene que ejercitarse a nivel físico, ¿verdad? Difícilmente lo conseguirá sentado en el sofá. Y si alguien quiere aprender a tocar el piano, tiene que practicar.

Pues con la mente pasa lo mismo. Hay que ejercitarla. Hay que practicar para tener pensamientos positivos. Y hay que hacerlo de forma habitual.

Una posibilidad es hacerse un programa de entrenamiento mental. Yo lo estoy haciendo y la verdad es que va muy bien. Como con cualquier otro programa de entrenamiento de cualquier tipo, se avanza poco a poco; pero se avanza, que es lo que cuenta.

La idea básica es simplemente elegir unos días a la semana (entre dos y cuatro días puede ser suficiente) y dedicar un tiempo a ejercitarnos mentalmente. Como si fuéramos al gimnasio.

Cualquier ejercicio que nos ayude a pensar más positivamente es válido (por ejemplo este). Lo único a tener en cuenta es que hay que hacerlo de forma continuada. Haciéndolo una vez aislada de vez en cuando no se avanza.

Así que, si te parece una idea interesante, te animo a ponerte a ello. Hazte un plan de trabajo y dedícale un tiempo a ejercitar tu mente para aprender a controlar tus pensamientos.

Nuestra mente es la principal herramienta que tenemos para expresar amor.

Y necesitamos que esté en buena forma.

NAMASTE
Flor Vargas Pineda
 
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